El guayabo que deben tener algunos en este lunes festivo, 8 de diciembre, no tiene nombre; pero nadie les quita lo baila’o el Día de las Velitas. Y entre esos están los que se pegaron la rumba del año con el Ferxxo en Buenos Aires.
Antecedente: “Llegue temprano, mor”: parche de velitas gratis con el Ferxxo, Silvestre y Ñejo
Como cada año, el reguetonero paisa armó un evento gratuito para cantar con su gente de Medellín y celebrar esta época decembrina.
Esta vez el parche fue en el sector conocido como Las Mellizas y aunque solo con Feid bastaba para armar la fiesta, él decidió llevar su tablado de velitas a otro nivel.
El artista invitó a varios artistas de renombre, empezando por Silvestre Dangond, que se subió y se apoderó de la tarima: “Yo no voy a echar un viaje desde tan lejos solo pa venir a cantar dos canciones, yo de a poquito no sirvo”, le dijo a Feid y éste le respondió: “Uno por pena, uno por penoso”.
En efecto, el vallenatero interrumpió sus gira de ‘El último baile’, vino desde Villavicencio y cantó algunos de sus éxitos con el público paisa y con Feid haciéndole la segunda.
Pero las sorpresa no terminaron ahí, sobre el escenario también estuvo Ñejo, íntimo amigo del Ferxxo y quien puso al público a perrear con clásicos como ‘La groupie’.
Justo para ese momento de la noche apareció otro que sabe cómo prender fiesta: Ryan Castro con su botella de guaro en mano para “hidratar” a los cantantes.
El Cantante del Ghetto, que también se lució con su gente de Pedregal porque les regaló guaro, natilla y buñuelos para el Día de Velitas, puso a Feid a bailar Sanka.
Después llegó al escenario Álvaro Díaz, un invitado sorpresa porque no estaba anunciado en el cartel que había compartido Feid el domingo en la mañana.
También hay que destacar que Feid no solo le regaló este concierto a Buenos Aires, sino que también se bajó de la tarima para compartir y disfrutar entre la gente.
Además, a Feid la fiebre de la Navidad no solo le sirve para regalarle fiesta a su pueblo, sino que también se solidarizó con los niños de la ciudad y en su propia chiva estuvo regalando su carro de colección, el SapoPerreitor, como traído del Niño Dios.