La presentadora Alejandra Murgas asegura que ellas y varias de sus compañeras están siendo acosadas por Alfredo Navas Alvis, un hombre que fue militar y que las ha estado persiguiendo intensamente, tanto así, que las espera a las afueras del canal Caracol.
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De acuerdo con Murgas, el hombre empezó a acosarla a principios de agosto de 2023, cuando le envió la primera carta, que en su momento, parecía inofensiva. Después de esto, progresivamente empezó a enviar más flores, chocolates, peluches y cartas.
Ante la insistencia del hombre, la presentadora y los vigilantes del canal empezaron a rechazar los regalos, fue en ese momento cuando Navas Alvis empezó a frecuentar las instalaciones del medio para esperar a la presentadora.
“Los de vigilancia me decían que hacía que hablaba por teléfono conmigo y que venía porque supuestamente yo le decía que me recogiera”, contó Murgas.
Según la víctima, el hombre lleva cinco meses haciendo presencia en el lugar de su trabajo, lo que ha provocado que ya tenga que cambiar su rutina diaria. De hecho, cuando viajó a Barranquilla para un cubrimiento deportivo, el hombre la persiguió y llegó a uno de los puntos de transmisión en dicha ciudad.
Lo más preocupante del caso, es que cuando Murgas presentó la denuncia ante las autoridades por acoso sexual y constreñimiento, en menos de 24 horas le informaron que la habían archivado. Posteriormente, la reactivaron por constreñimiento, pero el juez no se presentó a la audiencia.
Además de Alejandra Murgas, Lucia Fernanda Yáñez y Katrina Melguizovski, presentadora y reportera respectivamente, también aseguran que han sido víctimas de Navas Alvis, pues en varias ocasiones las ha seguido hasta el canal y las espera hasta altas horas de la noche.
De acuerdo con la información otorgada por las autoridades, este señalado acosador estuvo 20 años en el Ejército y llegó al grado de sargento. Además de esto, presenta otra denuncia por acoso sexual en 2022, y aparentemente, está casado y es padre de dos hijos.
Las víctimas le exigen a las autoridades que se haga justicia frente a este caso, uno de los cientos que viven las mujeres diariamente en Colombia. Por lo que esperan una pronta respuesta y alguna medida de protección.
Q’HUBO Medellín / Karen Ortiz
