Dicen los estudiosos del fútbol que en este deporte hay que evitar a toda costa tener “una cobija chiquita” que obligue a descobijarse los pies, cuando se cubre la cabeza.
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Se refieren a que hay que tener un equilibrio, que permita que un equipo sea fuerte en ataque, sin que eso signifique dar ventajas en el fondo. Eso es lo que necesita el DIM para enfrentar hoy (8:20 p.m.) a Cali, en el estadio Atanasio Girardot, por la fecha 4 del Apertura.
Ese ideal, que no es fácil alcanzar, lo consiguió el DIM en gran parte del Clausura del año anterior, cuando terminó segundo en el todos contra todos, con 39 puntos. En esa fase anotó 30 goles y solo recibió 15, registros que ratificó en los cuadrangulares, con 13 anotaciones a favor y 5 en contra.
Finalmente, no pudo lograr el título, que se quedó en poder de Junior, por distintos factores, que ya hemos analizado en Q’HUBO.
Pero el meollo del asunto es que todo eso se perdió, luego del receso de fin de año, de los movimientos propios del mercado de pases y de la desarmada que se pegó el Rojo. Ahora el director técnico Alfredo Arias tiene el chicharrón de volver a poner la casa en orden, como diría el nuevo alcalde de esta ciudad.
De entrada, le está costando hacerlo y así lo reflejan las palizas que le pegaron Millonarios (5-0) y Junior (3-0), que tienen al Rojo en la parte baja de la tabla, con solo tres puntos, con ocho goles en contra y solo uno a favor.
Y es normal que le cueste, pues se fueron fichas importantes en todas las líneas: Andrés Mosquera Marmolejo fue prenda de garantía muchas temporadas, ya conocía mucho la institución y tenía sentido de pertenencia por ella; Daniel Torres era clave para darle equilibrio al equipo, pues además de que ayudaba en la contención, contribuía a darle salida; y Edwuin Stiven Cetré tuvo un marcado aporte en ataque el torneo pasado, con goles (15) y asistencias (3).
Así las cosas, toda el agua sucia no debe ser para el entrenador y los jugadores que siguen en el proceso y las contrataciones tienen que pellizcarse hoy frente al Cali y en el resto del torneo.
8 goles ha recibido el Medellín en tres partidos disputados.
