Cuando iban pocos minutos del duelo, el juez central tuvo que detener el compromiso.
Este domingo, 29 de diciembre, la Juventus tuvo un agridulce cierre de año tras empatar 2-2 con la Fiorentina, resultado que mantiene al conjunto bianconero por fuera de los puestos a torneos europeos.
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El encuentro que se llevó a cabo en Turín, estuvo lleno de goles; sin embargo, arrancó con una bochornosa situación, de esas que no se deberían vivir más en los estadios del mundo.
Y es que cuando apenas se habían jugado 6 minutos del juego, el árbitro Maurizio Mariani tomó la decisión de detener provisionalmente el partido a causa de unos cánticos racistas que se empezaron a escuchar desde las tribunas.
El juez central agarró el balón al percatarse de ello, de ahí reunió a los jugadores de ambos equipos y no permitió que se reanudara el encuentro hasta que los hinchas mejoraran su comportamiento en el escenario deportivo.
Luego de que el árbitro diera la orden de que se continuara el partido, la Juve se fue arriba en el marcador gracias al gol de Khéphren Thuram a los 20 minutos del primer tiempo; no obstante, llegó el empate del cuadro visitante al minuto 38 por medio de Moise Kean.
A los 48 minutos, Thuram se volvió a reportar marcando así un doblete pero para el final del juego (87’) Riccardo Sottil consiguió el empate.
El próximo partido en el que la Juventus tendrá acción, será este viernes, 3 de enero de 2025 cuando reciba al Milan desde las 2:00 de la tarde (hora colombiana) en el duelo correspondiente a la semifinal de la Supercopa de Italia.
Se espera que en el 2025, el mundo del fútbol no tenga que ser testigo de más situaciones como estas que opacan uno de los mejores deportes, de los que más público reúne de diferentes edades.
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