El patrullero Diego Herrera, sobreviviente del atentado que dejó 13 policías muertos en Amalfi, y su perro Telmo protagonizaron un emotivo momento tras reencontrarse luego de casi un mes separados por la tragedia.
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La reunión ocurrió en el Comando Aéreo de Transporte Militar (Catam) de Bogotá, hasta donde llegó Herrera, quien todavía se recupera de las heridas dejadas por el atentado. Allí, logró volver a abrazar y jugar con Telmo, un canino de raza belga malinois con quien hace parte del grupo Antinarcóticos de la Policía.
“Me siento muy feliz de tener a Telmo aquí a mi lado. Han sido días muy duros para él, tanto como para mí”, expresó Herrera, quien no pudo aguantar las lágrimas al observar a su compañero, a quien creyó muerto por varios días.
Una historia de no creer
Herrera y Telmo iban en el helicóptero que fue derribado el pasado 21 de agosto en la vereda El Toro de Amalfi. En el hecho, 13 policías murieron y otros cuatro quedaron heridos.
En medio del desastre, el patrullero perdió la consciencia, mientras que Telmo quedó herido y desorientado, por lo que se adentró en las montañas.
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Herrera logró ser trasladado a Caucasia, donde fue atendido y estabilizado; sin embargo, recibió la peor noticia, pues le comunicaron que su perro había muerto, información que por suerte terminó siendo falsa, ya que lo habían confundido con Lester, otro perro belga malinois que acompañaba la misión.
Pero pasaron los días y no se sabía nada de Telmo, por lo que muchos asumieron que había desaparecido entre el espeso bosque. Una semana después miembros del frente 36 de las disidencias de las Farc avisaron que lo habían rescatado y que lo tenían en una finca. Pese a varios intentos de entregarlo a través de canales humanitarios, no pudieron hacerlo por los intensos operativos en la zona.
Finalmente, los guerrilleros se lo delegaron a un campesino que lo llevó en chiva hasta Anorí, donde se lo entregó a la Policía.
Ahora, tanto Diego, como Telmo, quien permanecerá en Bogotá bajo vigilancia de profesionales veterinarios, deberán concentrarse en recuperarse de las heridas físicas y psicológicas del atentado antes de volver a reunirse definitivamente.
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