La Secretaría de Salud de Medellín emitió una resolución que establece lineamientos para la promoción, difusión y fortalecimiento de ambientes 100 % libres de humo de tabaco, emisiones y aerosoles en todos los establecimientos educativos del territorio.
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Dicha medida responde al incremento del uso de cigarrillos electrónicos entre la población joven: el 40 % de los estudiantes escolares y el 37,9 % de los universitarios han usado alguna vez estos dispositivos, según los más recientes estudios.
Sobre la resolución
La resolución N.º 202550083698 fue expedida el 15 de octubre de 2025 y aplica a todas las instituciones educativas públicas y privadas de Medellín, desde jardines infantiles hasta universidades, y prohíbe el consumo, activación, venta, promoción y patrocinio de productos de tabaco, nicotina o dispositivos similares dentro de los entornos educativos.
El cumplimiento de la norma debe ser responsabilidad de todos, pues los establecimientos deberán garantizar su cumplimiento mediante la instalación de señalización visible, la inclusión de las disposiciones en los manuales de convivencia, el desarrollo de campañas pedagógicas y la gestión de casos de incumplimiento con enfoque educativo, en coordinación con las secretarías de Salud y Educación de la ciudad.
A la fecha, 113 instituciones ya actualizaron sus manuales de convivencia y se espera que en el transcurso de un año, todas las sedes educativas adopten las disposiciones.
¿Hay sanciones para quién incumpla la norma?
La Secretaría de Salud de Medellín le explicó al Q’hubo que, si bien hay un régimen sancionatorio, el enfoque de la resolución es pedagógico.
“En colegios y universidades quien fume, puede recibir una sanción, pero la idea es que sea pedagógica, es decir, justicia restaurativa, no se pretende expulsar al consumidor”.
Ahora bien, los colegios o las universidades sí pueden ser sancionados si no ponen la señalización visible y si no actualizan sus manuales internos.
Cabe señalar que desde la Ley Antitabaco 1335 de 2009, se prohibió el consumo de tabaco y sus derivados en áreas cerradas de los lugares de trabajo y/o de los lugares públicos. Además de las entidades de salud, instituciones de educación formal y no formal, en todos sus niveles, museos y bibliotecas, entre otros.
Una adicción silenciosa
Aunque fueron creados para ‘ayudar’ a dejar el cigarrillo, los cigarrillos electrónicos terminaron convirtiéndose en otro vicio, especialmente entre los jóvenes.
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Según investigadores del Reino Unido, la población joven que vapea tiene hasta tres veces más probabilidades de terminar fumando cigarrillos convencionales que quienes nunca han vapeado.
Asimismo, según el Observatorio de Drogas, en Colombia, uno de cada cinco jóvenes entre 12 y 17 años usa vapeadores, una cifra que duplica la de quienes consumen cigarrillos tradicionales.
Y lo que muchos no ven a la hora de vapear son las múltiples consecuencias y perjuicios que esto trae para la salud: daños pulmonares, problemas cardiovasculares, afectaciones en la salud bucal y una alta probabilidad de tener una adicción a la nicotina.
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