La polémica reforma fue aprobada por el Congreso el pasado 18 de junio
En medio de un evento en Bogotá, el presidente Gustavo Petro sancionó ayer la reforma laboral, luego de una lucha legislativa de más de dos años. Así quedó la cosa.
Antecedente: Senado aprobó la polémica reforma laboral, ¿ahora qué sigue?
Durante el evento, celebrado en la Quinta de Bolívar, el presidente Petro firmó el documento oficial de la reforma, acompañado de los ministros de Hacienda, Germán Ávil; del Trabajo, Antonio Sanguino; y del Interior, Armando Benedetti.
“Hay que elegir un gobierno que cuide esta ley y la aplique, porque se puede convertir en letra muerta... A los empresarios que están diciendo que no van a aplicar la reforma laboral no son inteligentes, muchos congresistas quisieron sabotearla, pero no sirvió para nada”, expresó el mandatario.
Si bien la gran mayoría de los 70 artículos de la nueva ley deben empezar a aplicarse de manera inmediata, hay otros puntos que tendrán que pasar por un proceso de aplicación gradual, o una conciliación entre empleados y empleadores.
Es el caso de la jornada nocturna, que antes de la ley empezaba a partir de las 9:00 p.m. y ahora iniciará desde las 7:00 p.m. Eso sí, empezará a aplicar desde diciembre de este año.
Otro cambio importante es el de los recargos dominicales y festivos, que pasarán por un proceso gradual antes de pagarse completos, es decir, se pagará el 80 % en 2025 (a partir de la primera quincena de julio), 90 % en 2026 y 100 % en 2027.
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Asimismo, las medidas que buscan formalizar el trabajo de domiciliarios y conductores de plataformas digitales, que permitirán que se vinculen formalmente y tengan derecho a salud y pensión, requerirán una concertación entre el gobierno, los empleados y los empleadores antes de empezar a ser aplicada.
Entre las novedades que ahora encontrarán empleados y empleadores, está la eliminación de los extensos trámites para autorizar horas extras ante el Ministerio de Trabajo; incentivos a la inclusión laboral de personas en situación de discapacidad (2 por cada 100 empleados de manera obligatoria) y preferencia por los contratos a término indefinido.
Finalmente, y uno de los puntos más polémicos, es el pago completo de los contratos de aprendizaje del SENA, cuyos estudiantes tendrán derecho al 75 % del salario mínimo durante la etapa lectiva y al 100 % durante la etapa práctica. Además contarán con seguridad social completa.
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