“Qué bendición, estamos felices con las calles; se acabó el polvo y el pantano”. Así es como se siente la mayoría de habitantes de La Santa Cruz, en Itagüí, que pasó de ser el barrio más abandonado a estrenar calles, andenes y nuevos espacios para sus habitantes.
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A don Álvaro Ramírez, por ejemplo, la vida le cambió: ahora puede bajar en su silla de ruedas a la calle y tomar el sol viendo pasar el metro sin ningún problema.
“Anteriormente, cuando intentaba salir, se caía porque no había rampas para personas con discapacidad y la movilidad en general por todo el barrio era muy compleja”, le contó su esposa a Q’hubo.
Ya era hora
Este barrio, ubicado entre la autopista Sur y la línea férrea del metro, tiene más de 50 años y funcionó como el antiguo botadero de basuras del municipio.
Muchos de sus habitantes son desplazados por el conflicto armado y llegaron allí con la ilusión de crear un hogar. Durante muchos años fue muy difícil lograr que las administraciones le hicieran intervenciones por temas de legalidad, pero eso ha ido cambiando, y la pavimentación de 360 metros lineales con vías, andenes incluyentes y bordillos dejan ver que todo se está transformando.
Promesa de campaña
El alcalde Diego Torres habló con Q’hubo y reconoció que la pavimentación fue una de sus promesas en campaña y ahora se está logrando.
“Fui al barrio con mi equipo de infraestructura, revisamos la dinámica de cómo estaba la configuración de la vía y encontramos que la mitad, tiene una configuración compleja, porque EPM tiene que hacer unas modificaciones y diseños de alcantarillados... Hablé con la comunidad, les expliqué y les dije que lo que se pudiera pavimentar lo íbamos a hacer y así iniciamos esta obra”, resaltó el alcalde.
En julio del año pasado ya habíamos visitado este barrio, que estaba sumido en muchas problemáticas por lo complejo de la movilidad, la falta de cultura con las basuras, el mal parqueo y el mal manejo del reciclaje que estaban haciendo algunas empresas del sector.
Ayer (jueves, 2 de octubre) , que volvimos a realizar el mismo recorrido, notamos que nada de eso ha cambiado, por lo que el alcalde aseguró que es necesario ubicar la señalización, luego la sensibilización y, finalmente, las sanciones para quienes no respeten estos espacios.
En La Santa Cruz también se intervino la cancha, se arregló el parque infantil y se instaló un gimnasio al aire libre para el disfrute de la gente. Además, a las calles que quedaron faltando les echaron una capa de material de manera temporal, que le dan un cambio muy positivo. Hace un año un joven nos gritó que en este barrio estaban prohibidos los zapatos blancos por el estado de las vías; ahora es seguro usarlos, porque sus calles están cambiando.
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