En el corregimiento Nutibara, zona rural de Frontino, Occidente antioqueño, la comunidad está de luto por la muerte accidental de uno de sus queridos vecinos.
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Se trata de Alfonso Garcés, un reconocido habitante del territorio que, en la tarde del domingo, 14 de septiembre, después del terremoto de 5,1 que sacudió al municipio, se subió al techo de su casa para reparar un daño que este había hecho.
Según habitantes del corregimiento, el adulto se subió al tejado para organizar unas láminas de zinc que habían resultado afectadas por el movimiento telúrico y, mientras las acomodaba nuevamente, perdió el equilibrio y cayó al vacío.
Lo ocurrido fue evidenciado por habitantes de la zona que, según testigos, lo auxiliaron y trasladaron al hospital local, donde Garcés murió producto del fuerte golpe que recibió.
Sucedió sobre las 3:00 p.m., cuando las autoridades de Gestión del Riesgo del municipio se encontraban en el corregimiento adelantando el censo de afectados para atender a las comunidades.
Fueron varios temblores
El primer temblor se reportó sobre la 1:50 a.m., con una magnitud de 2.5 en la escala de Richter. Hacia las 2:12 a.m. la intensidad subió y alcanzó una magnitud de 5.1. Hubo un tercer movimiento telúrico 35 minutos después (a las 2:47 a.m.) de magnitud 3.4.
El epicentro de estos eventos fue el municipio de Uramita y según el Servicio Geológico Colombiano, todos fueron de una profundidad superficial, inferior a 30 kilómetros.
Aunque este fue el centro de los temblores, en el vecino municipio de Frontino, la comunidad reportó casas con grietas y afectaciones en los techos, todas ellas en zona rural.
Una de las edificaciones afectadas fue la Basílica Menor, que había resistido un terremoto en 1993 y que ahora registra grietas en varias de sus paredes.
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