Las ya conocidas ausencias y llegadas tarde del presidente Gustavo Petro a distintos eventos oficiales no dejan de molestar a más de uno. Su última falta fue en el más reciente encuentro con la Corte Suprema de Justicia; sin embargo, el mandatario contó que no había ido por una situación familiar, que lo tenía con el “corazón roto”.
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Y es que, durante su última aparición pública, en la posesión de la nueva defensora del Pueblo, Iris Marín, Petro se sinceró y explicó que estaba atravesando por una difícil situación familiar, pues su hija menor se había ido del país.
“No tenía la fuerza para pararme delante de un auditorio y hablar cuando mi corazón estaba llorando”, expresó el presidente.
