En medio de la revisión veterinaria, se confirmó que este animal, que es difícil de avistar debido a su vuelo, presentaba buena condición corporal, plumaje en perfecto estado y garras completas, pero su quilla pectoral estaba fracturada, debido a la perforación del impacto.
Alejandro Vásquez Campuzano, subdirector ambiental del Área Metropolitana, lamentó la pérdida de esta majestuosa ave y rechazó que este tipo de situación aún se presente en el territorio.
“Es muy delicado que todavía este tipo de situaciones se presenten en nuestras ciudades. Hacemos una invitación a la ciudadanía a proteger y cuidar nuestra fauna silvestre. En el momento de identificar estos casos, reportarlos de manera inmediata a las autoridades del territorio”, dijo Vásquez Campuzano.
En cuanto a este tipo de animales, se conoció que son aves rapaces que pueden medir hasta 70 centímetros y hacen parte de las especies más grandes del Valle de Aburrá.
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Además, su presencia es valiosa como indicador de la salud de los ecosistemas metropolitanos, reflejando el estado de conservación de las áreas naturales.
Estas aves suelen habitar en bosques secundarios (vegetación leñosa intervenida por actividades humanas), zonas parcialmente abiertas y los bordes de bosque cercanos a ríos.
Y se alimentan de una variedad de especies como murciélagos, zarigüeyas, serpientes y aves como tucanes y guacharacas, siendo eficientes en el control natural de sus poblaciones.