Este lamentable caso ocurrió en diciembre de 2019 en la comuna Belén, suroccidente de Medellín. Esa noche Anyi Lorena llevó a su hija Sara Isabel Cortez Tobar a urgencias del Hospital General, donde, según la Fiscalía, la mujer se contradijo en las versiones que dio sobre el estado de salud de la pequeña.
La investigación determinó que hubo negligencia por parte de la madre, pues fue informada en horas de la tarde sobre lo grave que estaba su hija, pero solo la llevó al médico pasadas las 9:30 de la noche.
Al día siguiente Sara Isabel murió por la gravedad de las lesiones. El ente investigador demostró que la niña fue víctima de una golpiza por parte de su padrastro, quien le ocasionó graves lesiones, entre ellas, la rotura de una costilla, que, a su vez, le perforó el intestino.
El dictamen de Medicina Legal indica que la menor falleció por un trauma cerrado de abdomen.
Pero eso no fue todo. Los investigadores también probaron que días antes Sara Isabel fue víctima de otro cruel trato. Su padrastro la tiró contra una moto y esto le causó heridas en un ojo.
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Para rematar, se demostró que la pequeña permanecía sola casi todo el tiempo y en muy malas condiciones de higiene.