Todo comenzó pasadas las 10:30 de la noche, cuando algunos pobladores observaron a una persona bien vestida, tirada a un lado de la única vía de acceso a la vereda. En principio pensaron que se trataba de un borracho, pero cuando se acercaron y detallaron detalladamente, se percataron que algo no andaba bien.
Una persona alertó a la policía, varios uniformados se acercaron al lugar y evidenciaron que se trataba de un homicidio, puesto que el difunto presentaba surco de presión en el cuello y tenía una herida en el rostro, la cual había ocasionado un brote de sangre por uno de sus oídos.
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Durante la inspección judicial a cargo de la Sijín, los investigadores evidenciaron que los bolsillos de la víctima se encontraban salidos, como si luego de su muerte el delincuente lo hubiera esculcado para llevarse algún dinero o elemento.
Justamente la ausencia de los documentos no permitieron que el occiso fuera identificado, sumado a que los habitantes de la vereda informaron no conocerlo. Ya será Medicina Legal quien se encargue de establecer su identidad.
Solamente se conoció que era de contextura gruesa, tez trigueña y motilado tipo militar. Vestía camisa de botones en cuadros amarillos y gris y jean azul.
Por ahora, las autoridades analizan la zona y recolectan información para establecer si este hombre fue asesinado en un intento de hurto o por alguna otra circunstancia.