Hay un nuevo rayo de esperanza para las familias víctimas del conflicto armado en Medellín, luego de que se confirmara el hallazgo, en la tarde del miércoles, 18 de diciembre, de los primeros restos humanos en la Escombrera, un lugar señalado por colectivos de víctimas y organizaciones sociales, de ser la fosa común urbana a cielo abierto más grande del mundo, ubicado en la comuna 13 (San Javier).
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El anuncio lo hizo la JEP (Jurisdicción Especial para la Paz), que en conjunto con la Unidad de Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas (Ubpd), se encuentran desde junio realizando excavaciones para buscar restos de víctimas de desaparición forzada en los años 2000. De acuerdo con datos de esta entidad, en los más de 35.000 metros cúbicos de escombros y tierra, podrían encontrarse más de 500 cuerpos de hombres, mujeres y hasta niños.
Los hallazgos ocurrieron mientras el equipo técnico removía la tierra con maquinaria para garantizar la estabilidad del terreno en el área donde se desarrolla la intervención. De inmediato, las labores fueron suspendidas y los forenses analizaron lo encontrado, logrando determinar que se trataba de estructuras óseas humanas y prendas de vestir que corresponderían al menos a dos personas.
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El polígono protegido, en el que se están realizando las excavaciones, tiene un área de 6912 metros cuadrados. Dentro de esta zona, hay un área de 2417 metros que fue priorizada para la búsqueda de personas desaparecidas en lo que denominan como fase 5.
Este logro, aunque parece pequeño, significa un paso gigante para las familias buscadoras, ya que los movimientos de víctimas llevaban más de 10 años insistiendo en que este lugar fue escenario de desapariciones forzadas en la década del 2000, periodo de agudización del conflicto armado en Medellín, en el marco de operaciones como Mariscal y Orión, en el que, al parecer se habría presentado uniones entre el Ejército y los grupos paramilitares que tenían azotada la zona.
El proceso ha estado lleno de problemas que ha generado retrasos y líos judiciales. Entre 2015 y 2020 se realizaron cinco excavamientos que fueron interrumpidos al no hallarse ningún resto.
“Esto es algo muy grande. Son sentimientos encontrados, es muy alegre saber que se le va a acabar un poco la tristeza a una de las familias. Le pido mucho a Dios que me de valor, porque todas nos vamos a abrazar al final. Si nos toca amanecer hoy en La Escombrera amanecemos, hasta que se encuentren todos los cuerpos”, expresó una de las madres buscadoras.
Los restos y las prendas encontrados fueron trasladados a Medicina Legal para que los expertos forenses puedan cotejarlos con las muestras de las familias buscadoras. Dicho proceso puede tardar hasta 8 meses.
Mientras tanto, las excavaciones continuarán en un polígono protegido con medidas cautelares con un área de más 2417 metros.