La banda de Los Rolex volvió a quedar sin líder. Esta vez cayó Andrés Felipe Bedoya Betancur, alias El Barroso, un hombre de 31 años que mandaba dentro de la estructura criminal desde que asesinaron a Mono Rolex y a El Cabezón. Su muerte ocurrió en plena playa de La Boquilla, en Cartagena, donde un sicario lo sorprendió y le disparó varias veces hasta dejarlo sin vida.
Antecedente: Asesinaron a alias el Mono o Juanpa, cabecilla de banda los Rólex
El ataque ocurrió el miércoles cuando el Barroso estaba sentado en una silla plástica, relajado y con una bebida en la mano. Creía que en Cartagena estaba a salvo, luego de huir de Medellín el 19 de noviembre, día en que la Policía allanó su casa en Manrique. Pero su rastro ya estaba marcado.
Las autoridades contaron que el hombre no solo había llegado a esconderse a la costa, sino que ya tenía montada otra estructura delictiva dedicada a robar turistas, sobre todo a los que exhibían relojes finos, joyas o celulares costosos. Al parecer, desde allá seguía manejando lo que quedaba de Los Rolex.
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Su prontuario lo dice todo: 11 antecedentes judiciales. Tenía seis casos por hurto calificado, además de anotaciones por amenazas, concierto para delinquir, lesiones personales e incluso una fuga de presos. Pese a esto, había logrado mantenerse como líder tras las muertes de Mono Rolex y el Cabezón.
Fuentes judiciales afirman que la banda La Terraza estaría detrás de esta ola de asesinatos. Todo apunta a una ofensiva del bajo mundo para desmontar a Los Rolex, cansados del reclutamiento masivo de menores, de la expansión desordenada de la banda y del descontrol que estaban generando en Medellín y otras ciudades.
Según las investigaciones, El Barroso era quien escogía a las víctimas, coordinaba los vehículos y daba las órdenes para ejecutar los robos. También habría llevado la estructura a zonas del Eje Cafetero y Cartagena, usando a una persona distinta cada día para los hurtos, lo que exigía un ejército de delincuentes.
Con él ya son tres cabecillas asesinados en apenas cuatro meses, lo que deja claro que la guerra entre bandas va por dentro... y se podría pensar que Los Rolex están cada vez más cerca de desaparecer del mapa criminal.
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