Panamá eligió su nuevo presidente y decidió que José Raúl Mulino es el encargado del estar al frente del país durante los próximos 5 años. El mandatario había sido la fórmula vicepresidencial de Ricardo Martinelli, pero lo sustituyó luego de que este fuera inhabilitado al confirmarse su condena por lavado de dinero.
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En su discurso, Mulino aseguró que trabajará en beneficio de la empresa privada, sin dejar a un lado a las personas que viven en el territorio panameño y que no tienen una buena situación económica.
Mulino, de 64 años, es un abogado derechista con tendencias autoritarias. Desde la época de campaña, el político aseguró que va a cerrar la selva del Darién, esto como una forma de pelear en contra de la migración.
“El sueño de todos esos cientos de miles de personas no es llegar a Panamá, es llegar a los Estados Unidos. Para Panamá es inmanejable. Esta situación nos cuesta una fortuna, nos pone en peligro nuestra zona fronteriza y he dicho con toda determinación que haré todo lo que tenga que hacer para cerrar esa frontera”, aseguró.
El presidente dijo que no sería fácil, pero que se tomarán medidas firmes para frenar la migración por la frontera natural con Colombia.
“Haremos todo lo que tengamos que hacer para cerrar esa frontera. Iniciaremos un proceso de repatriación en coordinación con los países involucrados y respetando los derechos humanos de las personas”, declaró Mulino.
Dentro de las razones por las que cree que esta es una buena solución está que “Panamá no es un país de tránsito” y que, como muchos migrantes son víctimas de trata, lo mejor es “cerrar Darién y repatriar todas esas personas”; además aseguró que pedirá apoyo a los países implicados en el flujo migratorio, como Colombia y Estados Unidos.
