Lee Mo, de 33 años, y una mujer de 25 años de apellido Koo son un auxiliar y una azafata, respectivamente, del vuelo 2216 de la compañía Jeju Airlines y únicos sobrevivientes el trágico accidente ocurrido el pasado domingo, 29 de diciembre, en Muan, al suroeste de Corea del Sur, que dejó 179 personas muertas.
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Lee fue el primero en despertar luego del accidente. El hombre trabajaba como asistente de vuelo y al recobrar la consciencia le dijo al personal de salud del hospital que no sabía dónde estaba y preguntó por lo que había pasado, según explicó el director del centro hospitalario, Ju Woong.
“No recuerda muy bien lo sucedido, pues le preguntó al médico: ‘¿por qué vine aquí? Me estaba abrochando el cinturón de seguridad antes de llegar y parecía que el avión había aterrizado, pero no recuerdo más después de eso’”, dijo Woong.
El hombre comentó que Lee despertó luego de ser rescatado de los escombros, lo llevaron al hospital en la ciudad llamada Mokpo y luego lo transfirieron a un hospital en Seúl. Además aseguró que ya está fuera de peligro, que está consciente, es capaz de comunicarse y no perdió la memoria.
Actualmente, está en cuidados intensivos para tratarlo por múltiples fracturas en varias zonas del cuerpo.
La otra persona es una joven de 25 años, también asistente de vuelo y se encuentra recibiendo atención médica en el Centro Médico Asan, en la capital coreana. Koo presenta lesiones en un tobillo y en la cabeza, pero son menos graves que las de Lee.
El vuelo provenía de Bangkok, Tailandia, se salió de la pista de aterrizaje y se estrelló contra una pared. La aeronave quedó destruida y las autoridades todavía están en proceso de identificación de los cuerpos de los fallecidos.
