Ocho días le tomó a la administración del presidente Donald Trump levantar uno de los centros penitenciarios que más temor y expectativa ha generado en los Estados Unidos.
Lea también: Cadena perpetua para gringo que abusó de varias niñas en Medellín
Justamente el lunes se dio apertura a Alligator Alcatraz, un centro de reclusión ubicado en La Florida, donde el mandatario espera encarcelar principalmente a inmigrantes considerados especialmente peligrosos.
Uno pensaría que un penal de esta magnitud estaría equipado con los más altos estándares de seguridad; sin embargo, Trump decidió ser más “pragmático” y dejar la protección del lugar en manos de un pantano repleto de caimanes.
Aunque el proyecto sigue en desarrollo, fue habilitada una zona con 3000 camas que, según el Departamento de Seguridad Nacional, costará 245 dólares diarios por persona (más de un millón de pesos colombianos). El objetivo es usar esta cárcel como centro de detención temporal para parte de los miles de inmigrantes capturados en las recientes redadas, mientras se define su deportación.
La seguridad estará a cargo de 1000 agentes. Según Trump, “los caimanes no cobran sueldo”. Su perímetro cuenta con una canaleta de 16 metros de ancho infestada de caimanes, y solo posee una vía de acceso terrestre. A su alrededor hay 16 kilómetros de pantano, lo que convierte un intento de escape en una odisea natural.
Alligator Alcatraz fue construida sobre una pista de aterrizaje de cuatro kilómetros, y, curiosamente, no tiene muros altos ni cercas electrificadas. Los servicios básicos como luz, agua potable y gas para cocinar son suministrados mediante baterías. En total, unas 200 cámaras vigilan las instalaciones, que distan mucho de parecerse a una cárcel convencional.
“Esto no es un asunto agradable. Ya saben, las serpientes son rápidas, pero los caimanes... les vamos a enseñar a huir de un caimán. Si escapan de la prisión, no corran en línea recta. Corran así”, dijo Trump, moviendo la mano de lado a lado. “Sus posibilidades aumentarán un 1 %”, remató entre risas. Las declaraciones causaron indignación. Cientos de manifestantes y organizaciones defensoras de derechos humanos han criticado la prisión por su falta de humanidad.
El elemento más controversial de Alligator Alcatraz es su ubicación: un entorno dominado no solo por caimanes, sino también por serpientes pitón y mosquitos transmisores de enfermedades tropicales. Críticos del centro penitenciario señalan que es inhumano e inseguro mantener a los inmigrantes en tiendas de campaña, expuestos a temperaturas que superan los 35 °.C en verano, y a riesgos como la temporada de huracanes.
Si te interesa este tema, no te pierdas nuestros artículos relacionados en nuestra sección Internacional.
