Este, 22 de mayo, Colombia amaneció con el alma arrugada. La legendaria Carmenza Duque, la voz que durante más de medio siglo fue el eco de nuestras penas y alegrías, nos ha dejado a sus 74 años. La noticia, que se conoció en la mañana de este jueves, ha sembrado un profundo dolor entre sus fieles seguidores y en el vasto universo de la música colombiana.
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Nacida en Manizales (Caldas) un 17 de marzo de 1951, Carmenza emprendió su camino musical siendo apenas una niña, con solo 14 años. Su talento era tan evidente, tan puro, que 2 años después ya estaba en Bogotá, lista para abrazar una carrera que la convertiría en una figura icónica. No solo conquistó los escenarios nacionales, sino que su voz trascendió fronteras, llevando la esencia de nuestra música a países como México, Ecuador y Estados Unidos, una hazaña aún más notable en tiempos donde la internacionalización era un sueño lejano.
No solo conquistó los escenarios nacionales, sino que su voz trascendió fronteras, llevando la esencia de nuestra música a países como México, Ecuador y Estados Unidos, una hazaña aún más notable en tiempos donde la internacionalización era un sueño lejano.
Carmenza Duque no solo cantó; interpretó con el alma cada nota, cada verso. Su voz, potente y a la vez tierna, se convirtió en la banda sonora de amores y desamores, de encuentros y despedidas. Publicó una vasta cantidad de trabajos discográficos, cada uno de ellos un tesoro que ahora, más que nunca, cobra un valor incalculable.
Aunque en sus últimos años disfrutó de un merecido retiro en Miami, su legado musical permanecía vivo, resonando en cada rincón donde la música colombiana es amada.
Los quebrantos de salud, que se agudizaron tras su retiro, le hicieron enfrentar momentos difíciles. Con dos paros cardíacos en su historial y una reciente hospitalización por pancreatitis, su cuerpo libraba una dura batalla. Hoy, esa batalla ha llegado a su fin, dejándonos el eco de su voz como el consuelo más grande.
Las redes sociales se han inundado de mensajes de tristeza y gratitud. Colegas, amigos y millones de admiradores lamentan la partida de una mujer que, con su talento y carisma, supo ganarse un lugar irremplazable en el corazón de los colombianos. Las lágrimas se mezclan con los recuerdos de sus presentaciones, de esas canciones que se volvieron parte de nuestra historia personal y colectiva.
A lo largo del día, se espera que se conozcan los detalles de los actos fúnebres y si su cuerpo será trasladado al país para recibir el último adiós de su tierra natal. Mientras tanto, nos aferramos a su música, a esa huella imborrable que dejó en cada uno de nosotros.
Algunas de sus canciones más famosas que nos acompañarán por siempre:
‘Popurrí’
Con información de Colprensa
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