A través de un caballo blanco y un caballero con armadura se movilizó la bandera oficial de los Juegos Olímpicos que reúne a los mejores deportistas del mundo representando a sus países.
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Esta bandera promueve el deporte, la cultura y la educación. Además fue el momento previo a encender la llama olímpica, el símbolo más importante del certamen y que conmemora el robo del fuego de los dioses por parte de Prometeo con el fin de entregárselo a la humanidad.
El punto de partida de la historia de la llama olímpica inició con una combinación de deportistas, como el francés Zinedine Zidan, el cómico Jamel Debbouze y menores de edad encargados de llevar la antorcha hasta el lugar en el que está el pebetero, hasta que necesitaron la ayuda de un enmascarado que se comprometió con la misión.
El enmascarado, parecido a Arno Dorian, personaje del videojuego Assassins Creed, recorrió los techos, catacumbas y calles de París para llegar hasta la plaza Trocadero, lugar en el que se encendió la llama olímpica.
Luego, el enmascarado fue el encargado de entregarle la antorcha a Zinedine Zidan, quien se la pasó al español Rafael Nadal y este a su vez se la entregó a Serena Williams, deportista que estaba acompañada por Nadia Comaneci y Carl Lewis.
Los cuatro deportistas viajaban en un barco por el Sena hasta donde estaba la tenista francesa Amélie Mauresmo, esta se lo llevó a Tony Parker, quien se lo entregó al trío compuesto por dos deportistas paralímpicos y uno convencional, para luego hacer un desfile de leyendas deportivas encargadas de encender la llama olímpica ubicada en los jardines de las Tullerías, lugar en el que se encuentra el globo aerostático que contenía la llama que dio inicio oficialmente a los Juegos Olímpicos París-2024.
