Tuvimos un comienzo prometedor, pero el sueño se desvaneció en el último instante. El partido comenzó con Colombia dominando el juego y generando peligro en el arco argentino. La Albiceleste, con un Lionel Messi disminuido físicamente, que tuvo que salir del campo de juego por una lesión del tobillo, no encontraba la manera de superar la sólida defensa colombiana.
Se alargaron los minutos
En el segundo tiempo, Argentina salió con una actitud diferente y comenzó a tomar el control del partido; mientras que Colombia se fue desesperando, perdiendo las ideas y anímicamente la Tricolor se vio superada por la presión, la mufa y la experiencia de los argentinos, que fue más fuerte que la fe en la Lorenzoneta, en el Divino Niño, el Sagrado Corazón, hasta la virgen de Chiquinquirá y el apoyo de los miles de colombianos que estuvieron apoyándolos en Miami.
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Un final agónico y la desilusión
En los últimos minutos, Colombia intentó por todos los medios romper la defensa argentina, pero sin éxito. A ello se le sumaron las injusticias por parte del árbitro brasileño Rapahel Clauss aumentaron la frustración de la Tricolor.
En el minuto 113 del alargue, un error en la salida de Colombia permitió a Lautaro Martínez marcar el gol del triunfo para Argentina. La selección de Messi aguantó los últimos minutos y se coronó campeona de la Copa América 2024.
Resumen del partido:
Un reconocimiento al esfuerzo de Colombia
A pesar de la derrota, Colombia puede estar orgullosa de lo logrado en este torneo. El equipo demostró un gran nivel de juego y competitividad, y estuvo a punto de conseguir un título histórico.
La actuación de jugadores como James Rodríguez, Camilo Vargas y Luis Díaz fue destacada y deja un futuro prometedor para la Selección, que recibió el reconocimiento al fair play, y el volante cucuteños se quedó con la distinción del Jugador Más Valioso del campeonato continental.
Esta final deja una lección valiosa para Colombia: con talento, trabajo duro y dedicación, los sueños pueden hacerse realidad... ojalá pronto, para no seguir sufriendo con el corazón en la garganta, ahogando los sueños en lágrimas y preguntándonos: ¿hasta cuándo?
La Tricolor se queda a las puertas de la gloria, pero este subcampeonato es un paso importante en el camino hacia el éxito futuro.