En la noche de este miércoles, 19 de febrero, Once Caldas derrotó 3-1 a Deportivo Pereira en el clásico cafetero, cerrando la quinta fecha de la Liga BetPlay. El Blanco Blanco logró remontar la ventaja inicial del cuadro visitante; no obstante, el duelo fue opacado por un episodio de racismo.
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Rubilio Castillo abrió el marcador para Pereira (18’); sin embargo, minutos después estuvo envuelto en un incidente cuando un jugador rival habría hecho comentarios racistas.
El delantero hondureño, afectado por la situación, rompió en llanto siendo consolado por su compañero Carlos Darwin Quintero y por el goleador del Once, Dayro Moreno.
Pero ahí no terminó todo, cuando Castillo fue sustituido por Giancarlo Peña, en el minuto 68 del segundo tiempo, la situación se volvió a repetir. Al abandonar el terreno de juego, el atacante recibió insultos desde la tribuna, hecho que hizo que el árbitro tuviera que detener el juego. Fue ahí cuando Moreno y Hernán Darío Herrera intervinieron para calmar a los hinchas y evitar que el hecho se saliera de control.
En la rueda de prensa posterior al partido, el técnico del Pereira, Luis Fernando Suárez, denunció que Joel Contreras, jugador de Once Caldas, habría llamado “simio” a Castillo, lo que una vez más causó las lágrimas del delantero.
Jugador de Once Caldas niega ataque racista contra Castillo
En la zona mixta, Joel Contreras, señalado de insultar al hondureño, fue certero al asegurar que no insultó a Rubilio Castillo; además dijo que de haber manifestado algo así el árbitro Diego Ulloa lo hubiese expulsado, pues se encontraba al lado.
“Es una escena bastante triste. En la cámara se ve que no le digo nada, antes me acerco a darle la mano. Lo único que le dije fue: “Levántese”. El otro se paró prácticamente a llorar y a decir que yo le había dicho simio, cuando las cosas no son así. Tengo una familia que me ha inculcado valores y respeto”, expresó el jugador del Once Caldas.
Y agregó: “Donde yo hubiera dicho eso, el árbitro, que estaba al lado, me hubiera expulsado. Ellos (jugadores del Pereira) sabían que yo tenía amarilla. Como es un clásico, querían que quizás me expulsaran diciendo que yo había sido racista”.
“En ningún momento le dije eso. Le dije: ‘Levántese’, y en la televisión se ve que le alcanzo la mano. No le voy a decir simio y le voy a dar la mano. Yo creo que son excusas por ser un clásico. Me siento súper atacado y perseguido. No sé qué malo hice para que ese jugador diga eso y salga a llorar, porque me está dejando mal a mí y a mi familia”, concluyó el futbolista de 25 años.