Por esa razón, en municipios como Tibú se instaló una especie de reino del terror, con combates constantes y amenazas a la población civil, lo que desencadenó un éxodo que tiene preocupadas a las autoridades del departamento, que no saben cómo hacer para atender a las más de 11.000 personas que salieron del territorio.
Por esa razón, el presidente Gustavo Petro declaró el estado de conmoción interior, una decisión que preocupó a más de uno, ya que el país solo había entrado en ese estado siete veces en toda su historia, siendo la última en 2002, durante el recrudecimiento de la guerra entre las Farc, los grupos paramilitares y el Ejército.
¿Para qué sirve el estado de conmoción interior?
Esta resolución, que durará inicialmente 90 días, con la posibilidad de dos prórrogas, le permitirá al Gobierno Nacional emitir los decretos que considere necesarios para manejar la situación, sin necesidad de la aprobación del Congreso. Es decir, podrá movilizar recursos y personal, restringir la movilidad y el uso de armas y aprobar operaciones militares dentro del territorio.
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Aunque se esperaba que el presidente tomara esta decisión debido a la escalada de violencia en la zona, no estuvo exento de críticas, pues muchos consideran que es innecesaria y que puede ser contraproducente para los habitantes de la zona.
El principal crítico fue el expresidente de Colombia, Juan Manuel Santos quien, en entrevista con La W, explicó que el estado de conmoción interior debía declararse por hechos nuevos y repentinos, condición que no había cumplido el gobierno actual.
“Esa figura de la conmoción interior se estableció para confrontar hechos sobrevinientes y ninguno de los que estamos sufriendo son así. En este caso no existe justificación”, declaró el exmandatario.