La noticia cayó como un baldado de agua fría este miércoles, 17 de diciembre. Cúcuta, y en general todo el país, se sorprendió con el reporte de que la jueza Vivian Polanía fue encontrada muerta al interior de su apartamento.
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Por ahora, las autoridades hablan de “extrañas circunstancias” y la Policía Metropolitana de la ciudad está tratando de armar el rompecabezas para saber qué fue lo que realmente pasó en ese lugar cerca de las 7:30 p.m.
Polanía no era una figura que pasara desapercibida. En el mundo judicial se le conocía por tener pantalones y no dejarse de nadie, llevando casos de esos que “queman”, como el del asesinato del veedor ciudadano Jaime Vásquez. Pero fuera de los juzgados, Vivian era una verdadera celebridad de las redes sociales, donde su estilo de vida y su forma de ser siempre daban tela para cortar.
A pesar de que le llovieron rayos y centellas por su comportamiento —muchos recordarán los videos virales donde aparecía en ropa interior en plena audiencia virtual o participando en espectáculos que algunos llamaron eróticos—, ella siempre salió adelante.
Tuvo varios procesos disciplinarios encima, pero la Comisión Nacional de Disciplina Judicial terminó absolviéndola. Le ganó el pulso a una fiscal que la tildó de grosera y a un abogado que se quejó de su supuesta descortesía. Vivian siempre defendió su derecho a ser auténtica, lejos de la rigidez de la toga.
Por su parte, el abogado Iván Cancino, quien siempre la defendió a capa y espada, pidió “paz en su tumba” y recordó ese desparpajo que la hacía única. Por ahora, Cúcuta espera respuestas mientras el país despide a la jueza que nunca quiso encajar en el molde.
Con información de Colprensa
