De esta forma, tal y como lo puede hacer cualquier colombiano, el exdiputado del departamento adquirió de forma legal un billete que resultó ganador de un premio seco de $ 1000 millones.
Conforme a la explicación de la Lotería de la casa, tras enterarse que el ganador era un funcionario, inmediatamente activó sus protocolos ordenando una auditoría interna y una auditoría forense independiente con el fin de verificar que todo el proceso de compra y premio se hubiese hecho dentro del marco de la ley.
Así las cosas, se concluyó que “no se evidencian anomalías en los procesos que se tienen establecidos. La ejecución del proceso, en su gran mayoría de forma automática y con mínima intervención manual, minimiza la posibilidad de errores”.
La Lotería argumentó que llevaron a cabo una auditoría interna que consistió en la revisión de 10 horas de video, buscando aclarar lo sucedido en el lugar del sorteo, previo a el mismo.
Tras revisar las cámaras de seguridad, se pudo determinar que “no se observaron desviaciones o manipulaciones de los elementos del sorteo. Además, consideró que fue un proceso con altos estándares de calidad”.
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Cabe mencionar que ante la situación, Rubén Callejas renunció a su cargo como subgerente comercial de la empresa el pasado 26 de mayo.
Finalmente, la Lotería de Medellín confirmó que el premio fue entregado, según los tiempos establecidos, cuando se dieron por terminadas dos auditorías y no se encontraron irregularidades.
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