Hace casi tres semanas ocurrió la muerte de Samantha Saray Álvarez, una niña ecuatoriana de 5 años, quien fue impactada por un vidrio de aproximadamente tres metros de altura en el centro comercial Gran Estación, en Bogotá.
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El accidente sucedió el pasado 12 de diciembre a las 11:45 de la mañana, cuando el vidrio de un almacén se desprendió y le cayó encima a la menor. Después de tomarse unos días para hacer su duelo, Ariosto Rodríguez, el padre de la víctima, decidió hablar y en una entrevista contó qué fue lo que pasó y cómo actuaron desde el centro comercial.
La estructura cayó encima de la menor y le provocó fuertes lesiones cerebrales. El padre contó que, minutos antes del impacto, la niña estaba corriendo junto a su familia.
“Ella tenía toda una vida por delante. Samantha salió corriendo del lado de esos vidrios y ahí se cayó de la nada. Esos vidrios deben estar puestos con la seguridad adecuada”, dijo.
Rodríguez contó que cuando cayó la estructura, él intentó levantarla, pero en ese momento se rompió. “La gente que estaba circulando por el centro comercial nos ayudó a retirar el vidrio y ahí fue cuando reventó a un costado”, recordó.
Luego pasaron tres minutos para que un grupo de paramédicos llegara a auxiliar a la niña, quien tenía múltiples lesiones en su cabeza. Además contó que la ambulancia se demoró unos 45 minutos para llegar.
Después de la muerte de la niña, Rodríguez comentó que el lugar solo le envió una nota de condolencias “como si hubiera muerto un animalito”.
Rodríguez denunció fallas en la seguridad del lugar y presunta negligencia en la atención, por lo que demandará al centro comercial.
