Una denuncia ciudadana realizada días atrás a la Secretaría de Salud y a la Secretaría de Gobierno de Copacabana, en el norte del Valle de Aburrá, dejó al descubierto lo que sería un lugar donde adultos y jóvenes, al parecer, eran víctimas de abusos, maltratos y torturas.
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El aviso ciudadano advertía que en el sitio, ubicado en la carrera 63 con calle 41, aparentemente sucedían hechos irregulares hacia quienes se encontraban internados allí, una corporación dedicada a procesos de rehabilitación de personas con adicciones.
Con dicha información, al lugar se desplazaron funcionarios de Salud, Gobierno, Personería y Policía, hallando presuntas irregulares en temas de seguridad, salubridad y saneamiento. Fue por ello que Salud, por sus competencias, suspendió las actividades de salubridad.
Estos también se percataron de que el personal que estaba trabajando allí, “parece que no tiene la suficiente idoneidad y daban medicamentos que tienen que ser suministrados por perfiles profesiones específicos”.
Hallaron menores
Durante el recorrido por el lugar encontraron a cinco menores que hacían parte del programa y estaban mezclados con adultos.
Esta situación prendió las alarmas, por lo que se definió, con la Comisaría de Familia, adelantar el proceso de restablecimiento de derechos y entrega a sus padres o adultos responsables.
Q’hubo pudo conocer que a uno de ellos lo habrían amenazado con retirarle el uso del celular si contaba ciertas irregularidades que había presenciado.El retiro de los menores, indicó Isabel Posada, personera de Copacabana, ocurrió porque el sitio no contaba con la habilitación para que estos estuvieran allí.
¿Un cuarto de tortura?
Este medio pudo conocer que en el lugar fue encontrado un cuarto oscuro donde los pacientes, al parecer, habrían sido encerrados y obligados a hacer sus necesidades en baldes, como una forma de castigo; adicionalmente, serían víctimas de choques eléctricos.
Lo encontrado por los funcionarios en ese sitio, como en otros espacios de la casa, fue levantado en actas y fotografiado para ser presentado a las autoridades correspondientes para que estas investiguen y establezcan qué es lo que allí ha estado sucediendo.
¿Y los responsables?
Este medio llamó con insistencia al número que la entidad tiene exhibido en la fachada y en su página web para consultar sobre lo encontrado por las autoridades, pero hasta el cierre de esta edición no fue posible obtener una respuesta. Estas páginas están abiertas para conocer su versión de los hechos.
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