Aunque en un principio hubo pánico y confusión entre las personas presentes en la Central de Transportes de La Ceja, quienes abandonaron el lugar mientras se activaba el protocolo para amenaza de bomba, la Policía confirmó que en realidad el paquete extraño era un candado dentro de una caneca de basura.
En el protocolo se acordonó la basurera y un perro antiexplosivos, acompañado de un técnico experto, analizaron el objeto y aseguraron que no había peligro.