Teniendo en cuenta que era sábado y que al otro día comenzaría diciembre, miles de familias en el Valle de Aburrá se reunieron esa noche para compartir y presenciar la alborada, una actividad donde algunas personas queman pólvora para darle la bienvenida al último mes del año.
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La excepción no fue para Jhoan Andrés Chavarría Castaño. Este hombre se reunió con sus seres queridos en una finca de su propiedad, ubicada en la vereda La Miel, del municipio de Caldas.
Entrada la noche estas personas sacaron las gaseosas, el carbón y alistaron en asador, para preparar los alimentos.
Todo iba bien, este hombre de 49 años se encontraba compartiendo y a la vez realizando un asado. Sin embargo, pasadas las 10:00 de la noche la reunión llegó a su final por cuenta de un ataque criminal.
16 homicidios registra este año el municipio de Caldas.
Una balacera
Resulta que al inmueble llegaron delincuentes armados y dispararon contra la integridad de Jhoan Andrés. Uno de los parientes al escuchar los disparos, ingresó a la residencia, cogió una pistola traumática y trató de defenderlo, pero nada pudo hacer porque su familiar ya estaba sin vida.
Tras el intercambio de disparos, se desconoce si alguno de los delincuentes, los cuales huyeron por una zona boscosa, resultó lesionado. Quien si salió herido en una de sus piernas, fue el pariente de Chavarría Castaño, de 32 años.
Este último fue atendido por los bomberos del municipio, mientras que el cadáver fue inspeccionado por servidores del Cuerpo Técnico de Investigación de la Fiscalía, quienes durante el procedimiento recolectaron cerca de 20 vainillas en la escena del crimen.
¿Retaliaciones?
La Policía y el Ejército también hicieron presencia, buscaron a los agresores por la zona boscosa y no pudieron ubicarlos. Asimismo, iniciaron con las investigaciones para conocer las razones y encontraron que podría estar asociada a un problema que había tenido la víctima días atrás con una persona de la vereda.
Será el desarrollo de la investigación la que determinará si este hombre realmente fue asesinado por este inconveniente o por el contrario hubo otra situación de por medio.
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Por otra parte, Q’HUBO conoció que este padre de familia llevaba 10 años con su finca, la cual visitaba por lo general cada fin de semana. También se conoció que residía en Medellín, que era abuelo y muy poco interactuaba con las personas de la zona.