La Fiscalía General de la Nación estableció que Zulma Guzmán Castro, la empresaria bogotana de 54 años investigada por el envenenamiento con talio de dos niñas y el intento de homicidio de dos personas más, acudía a un local de esoterismo ubicado en el mismo edificio desde donde salió el paquete de frambuesas contaminadas enviadas en abril pasado.
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Las autoridades colombianas confirmaron que la Policía de Londres ya conoce el perfil judicial de Guzmán Castro, quien fue rescatada la semana pasada del río Támesis en un aparente intento de suicidio y permanece bajo atención médica en un hospital de esa ciudad mientras avanza el trámite de extradición solicitado por Colombia.
La petición fue radicada el sábado 20 de diciembre a través del Ministerio de Justicia, en cabeza de Andrés Idárraga, y de la Cancillería, dentro del proceso que la vincula con el crimen de dos menores de edad y el ataque con talio contra otras dos personas, hechos ocurridos tras el envío de frambuesas cubiertas de chocolate contaminadas con esa sustancia letal.
El caso es liderado por la fiscal delegada ante jueces penales Elsa Cristina Reyes, quien encabezó una investigación técnica y testimonial que permitió reunir evidencias para ligar a Guzmán Castro con el envío del paquete envenenado.
Dentro del proceso ya está probado el nexo entre la empresaria y la entrega de la frutilla a través de un servicio de mensajería. La investigación estableció que el supuesto regalo iba dirigido a nombre de uno de los hijos del economista Juan de Bedout, con quien Guzmán sostuvo una relación extramatrimonial.
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También se determinó que el día en que se realizaron los envíos, Guzmán Castro se encontraba en Colombia y realizó varias diligencias en el norte de Bogotá, entre ellas visitas a una veterinaria, a su odontólogo y a un local de esoterismo ubicado cerca del parque de la calle 93.
Esa última visita resultó clave para la investigación. Según fuentes del ente acusador, en el edificio donde funciona ese local de esoterismo fue recogido el paquete contaminado con talio el 3 de abril de 2025.
En ese mismo contexto, El Tiempo estableció que la Fiscalía llegó hasta el edificio donde funciona el local de esoterismo con orden de allanamiento y entrevistó al hombre conocido como ‘J’, señalado como mentalista y quien atendía a Zulma Guzmán en ese lugar.
Aunque los testimonios hacen parte de una investigación bajo reserva, se conoció que el mentalista explicó que las consultas de Guzmán estaban relacionadas con una expareja sentimental. En los registros de ingreso al edificio consta que la empresaria acudió en varias ocasiones a ese lugar.
Según lo relatado a la Fiscalía, las consultas giraban alrededor de una relación con un hombre casado que se negaba a continuar con ella, pese a que, según la versión entregada, su esposa ya había fallecido. El mentalista también narró un encuentro de urgencia en el que Guzmán dijo haber visto a su expareja con otra mujer.
Dentro del expediente también figura la declaración de Juan de Bedout, padre de una de las niñas que murió tras el envenenamiento con talio, quien reconoció ante la Fiscalía que sostuvo una relación extramatrimonial con Zulma Guzmán.
De Bedout señaló además que la empresaria le habría instalado un localizador GPS en su vehículo y que le enviaba mensajes ofensivos cuando lo vio con una nueva pareja. En su testimonio también habló de su esposa, Alicia Grahan Sardi, quien fue envenenada en dos ocasiones con talio, aunque falleció posteriormente por cáncer el 17 de agosto de 2021.
Durante la pandemia se encontraron altas concentraciones de talio en el cuerpo de Grahan Sardi, pero en ese momento se concluyó que se trató de una ingesta accidental, debido a que la familia se encontraba aislada en fincas y no se identificaron terceros involucrados.
Esa línea de investigación sigue abierta mientras avanza el proceso de extradición de Zulma Guzmán Castro, quien, de acuerdo con las autoridades, insiste en que no tiene relación con los hechos que se le atribuyen.
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