Una nueva polémica sacude al país luego de que el presidente Gustavo Petro respondiera a un informe de Noticias Caracol que habla de una supuesta infiltración de las disidencias de las Farc en entidades de seguridad del Estado. Mientras en redes y sectores políticos se pide claridad, el mandatario salió a minimizar la denuncia y apuntó a un responsable inesperado: la CIA.
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El reportaje asegura que el general Juan Miguel Huertas, cercano al presidente y hoy jefe del Comando de Personal del Ejército, y Wilmar Mejía, funcionario de la Dirección Nacional de Inteligencia, tendrían vínculos con el Estado Mayor de Bloques y Frentes. La información, según el medio, proviene de chats y documentos hallados en dispositivos incautados a jefes de las disidencias.
Petro, que guardó silencio casi todo el día, rompió el mutismo con un mensaje en su cuenta de X. Allí dijo que todo lo revelado son “versiones de supuestos informes de inteligencia” y que, para él, se trata de “falsos informes”. Incluso aseguró que la fuente de la investigación sería la CIA, a la que acusó de “tender redes para manipular la opinión pública”.
Según el informe, Huertas habría ofrecido protección a los disidentes e incluso propuesto crear una empresa fachada para darles movilidad y armas legales. El general fue retirado en 2021 y regresó al Ejército en este gobierno.
Petro defendió a Huertas y afirmó que dentro de las fuerzas militares existen “bandas delincuenciales dirigidas por oficiales de alto rango” que manipulan información para sacar del camino a quienes no les convienen. También señaló que la CIA “cae en esos errores” porque “no sabe que el narcotráfico penetra el poder político”.
La Fiscalía, que también fue cuestionada por supuestamente no actuar a tiempo, respondió con un comunicado en el que asegura que jamás recibió la información incautada en julio de 2024. Ahora, dice, iniciará una investigación sobre la posible infiltración de agentes, vínculos con estructuras ilegales y hasta financiación de campañas políticas.
El escándalo también tocó a la vicepresidenta Francia Márquez, señalada en los chats de presuntamente facilitar apoyo de las disidencias a la campaña presidencial de Petro. Ella negó todo y afirmó que “no existe ninguna prueba”.
Mientras tanto, voces de todos los sectores piden respuestas claras. Desde Humberto de la Calle hasta Juan Carlos Pinzón y Roy Barreras coinciden en que este episodio debe investigarse a fondo y sin privilegios.
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