Después de 18 angustiosos días, este miércoles, 21 de mayo, fue liberado Lyan Hortúa, el niño de 11 años que había sido secuestrado en su propia casa, en la vereda Potrerito, en Jamundí, Valle del Cauca.
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El secuestro ocurrió la noche del 3 de mayo, cuando un grupo de hombres armados con fusiles y usando pasamontañas irrumpió en la vivienda de su familia. Según se conoció, los delincuentes iban por el padrastro de Lyan, pero, como no lograron su cometido, se llevaron al niño y a una empleada de servicio, quien fue dejada en libertad pocas horas después.
La historia conmovió al país. La gobernadora del Valle, Dilian Francisca Toro, ofreció una jugosa recompensa de hasta $ 500 millones de pesos para quien diera información que permitiera la liberación del menor. La hipótesis de las autoridades desde el inicio es que los responsables serían las disidencias de las Farc, y el alcalde de Cali, Alejandro Eder, acusó directamente a alias Oso Yogui de estar detrás del secuestro.
Desde que se conoció el hecho, las autoridades desplegaron un fuerte operativo en la zona rural, con el apoyo de Gaula, Fiscalía, Ejército y Policía, para ubicar al menor y presionar su liberación.
También se activó una comisión humanitaria integrada por la Arquidiócesis de Cali, la Defensoría del Pueblo, la ONU y la Cruz Roja, que logró establecer contacto con el grupo armado y mediar para lograr la liberación.
¿Cómo está el menor Lyan Hortúa?
Según las primeras declaraciones de la Defensora del Pueblo, Iris Marín, el menor se encuentra en buenas condiciones de salud. Sin embargo, confirmó que será llevado a un centro asistencial para que le hagan exámenes médicos y se garantice que se encuentre bien.
La funcionaria aprovechó el momento para hacer un fuerte llamado a los grupos armados, pidiendo que se respete la vida y la libertad de las personas, y sobre todo, la de los niños.
“Quiero aprovechar esta situación para hacer un llamado a todos los grupos armados, a que respeten el derecho internacional humanitario, a que respeten la vida y la libertad de todas las personas, pero especialmente el de los niños y las niñas que tienen que estar fuera de la guerra, fuera de la violencia. Que sea esta una oportunidad para renovar ese compromiso y realmente sacar a los niños de la guerra”, aseguró la defensora.
Este hecho generó indignación en todo el país. Miles de personas se solidarizaron con la historia y compartieron en redes sociales las movilizaciones que se adelantaron en el municipio de Jamundí para que Lyan fuera liberado.
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