Comida no era lo único que transportaba generalmente en la maleta de la empresa, un domiciliario de una reconocida compañía prestadora de dicho servicio por aplicación móvil.
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La razón es porque al hombre lo pillaron por las calles de Medellín transportando cocaína, motivo por el cual lo condenaron a más de 10 años de cárcel, al pago de una millonada y a la expulsión del país una vez cumpla la condena, puesto que es de nacionalidad venezolana. Sin embargo, la sentencia fue apelada por la defensa del condenado.
La historia
El caso que tiene a Jesús Joan Alberto Medina Camacho metido en tremendo chicharrón judicial, ocurrió el 24 de junio de 2020. Esa noche este extranjero se movilizaba en la moto que laboraba como domiciliario, por las inmediaciones del aeropuerto Olaya Herrera. Cuando transitaba por la carrera 65G con la calle 14, fue detenido por las autoridades para una requisa.
Los uniformados abrieron la maleta y no encontraron una hamburguesa, un perro caliente o una pizza, alimentos que por lo general transportan, sino 2 kilos de cocaína. De inmediato fue arrestado, la droga incautada y la moto inmovilizada.
Al día siguiente la Fiscalía lo presentó en estrados judiciales por el delito de fabricación, porte o tráfico de drogas. Después de las audiencias preliminares Jesús Joan fue cobijado con medida de aseguramiento, en su lugar de domicilio.
Se le complicó la situación
La historia para este domiciliario dio un giro inesperado, empeorando su situación judicial, debido a que en las últimas horas, luego del haberse surtido el proceso de formulación de acusación, el Juzgado 17 Penal del Circuito de Medellín lo condenó a 10 años y 8 meses de cárcel.
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Adicionalmente, aparte de ser expulsado cuando cumpla su condena, el juzgado ordenó su captura y el pago de 1334 salarios mínimos legales mensuales vigentes, equivalentes a 1.734.200.000 pesos.
