La tensión entre Estados Unidos y Venezuela volvió a subir en las últimas horas luego de que varias páginas de rastreo aéreo registraran la presencia de un bombardero B-52 y dos aviones de combate F-18 muy cerca de las costas de Caracas. El movimiento coincidió con informes sobre la posible apertura de un diálogo entre Donald Trump y Nicolás Maduro, lo que llamó aún más la atención.
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Según FlightRadar24, el B-52 partió desde la base aérea de Minot, en Dakota del Norte. Los F-18, identificados con las matrículas RHINO05 y RHINO06, no tenían origen claro y continuaban sobrevolando el Caribe, cerca de Curazao, al cierre de la noche de este lunes 24 de noviembre.
Estos vuelos se suman a una seguidilla de operaciones militares estadounidenses que desde agosto se han hecho sentir en la región. Durante ese despliegue, EE.UU. aseguró haber realizado 21 ataques contra presuntas narcolanchas, lo que ya había encendido alertas en Caracas.
No es la primera vez que aviones pesados se acercan a ese espacio aéreo. El 15 de octubre, dos bombarderos B-52H Stratofortress, capaces de llevar decenas de bombas de precisión, entraron en la Región de Información de Vuelo Maiquetía, al noroeste de la capital venezolana. Y el 23 de octubre, dos bombarderos B-1 procedentes de Texas también pasaron muy cerca.
Todo esto ocurre mientras EE.UU. mantiene en el Caribe un enorme despliegue que incluye el portaviones USS Gerald Ford, considerado el más grande del mundo, acompañado de buques de guerra, aviones de combate y más de 15.000 militares. Según expertos, ese movimiento equivale a cerca del 20 % de la fuerza operativa estadounidense.
El nuevo sobrevuelo llega en un momento especialmente tenso. Medios estadounidenses informaron que Trump estaría preparando una llamada telefónica con Maduro. Aunque no hay fecha, fuentes citadas por Axios aseguran que la posibilidad está “en planeación”.
Un funcionario incluso dijo al medio que, por ahora, nadie contempla una acción directa contra Maduro, pero dejó abierta la puerta a que la estrategia pueda cambiar más adelante. La noticia llega después de que se mencionara que la Casa Blanca habría entrado en una nueva fase de presión, en la que podrían incluirse operaciones encubiertas.
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