EN IMÁGENES: Una platanera da cosecha al lado de la Autopista
Un habitante de calle hizo el sembrado, lo cultiva y recoge sus frutos.
Ese sobrenombre que lleva Medellín de Ciudad de la Eterna Primavera no es gratis. Estas son tierras fértiles, propias para cultivar, o si no que lo diga Wilmar Gamboa, un hombre que dedica su vida a cuidar su cultivo de plátano en plena Autopista, transformando un sector de la ciudad que antes pasaba desapercibido.
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Tiene 37 años y lleva 18 viviendo en situación de calle debajo del puente de la quebrada La Iguaná que queda en la autopista Sur a la altura de Carlos E. Restrepo.
Nació en Chigorodó, en el Urabá antioqueño, y con su familia llegó a vivir a Andalucía La Francia hasta que se fue a las calles.
Un pedacito de Urabá
Hace unos años se consiguió dos colinos de plátano y decidió sembrarlos en el corredor que separa la malla del metro con la Autopista Sur. Se dejó envolver por su gusto por la agricultura y el cuidado de las plantas.
Hoy en día en un sector que comprende unos 300 metros tiene más de 57 matas de plátano y 5 racimos cosechando. ¡Una belleza!
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Mientras caminaba entre su platanal, como le llama, acompañado de su mascota, nos iba describiendo el esfuerzo que le ha costado mantener este lugar así de bonito, pues no falta quien se lleve los racimos sin permiso.
Él mismo compra el abono, deshierba y cuando ya dan sus frutos los prepara y hasta los comparte con los demás.
Algunos conductores también sienten curiosidad por el cultivo y mientras hacíamos la entrevista se detuvieron para preguntarnos quién mantenía este espacio así. “Hace días estaba mirando estos plátanos, una belleza. Esta ciudad definitivamente da de todo lo que le siembren”, nos dijo un motociclista.
Se la rebusca
Además de la platanera también tiene un jardín con gran variedad de plantas, un palo de aguacate que está a punto de dar cosecha y espera hacerse unos pesitos vendiéndolos en el semáforo.
En el día se la rebusca vendiendo mangos que coge de los árboles que hay en la ciudad, ayuda a controlar la movilidad con un pito y limpia vidrios.
Reconoce que ya es momento de cambiar su vida. Dice que le gustaría tener una oportunidad para salir adelante pero sin dejar su cultivo. Así que en Q’HUBO nos dimos a la tarea de contactar a la Secretaría de Inclusión Social de Medellín y exponer su caso. Nos dijeron que enviarán al equipo para visitarlo y ver en qué le pueden ayudar.
Ojalá Wilmar pueda transformar su vida así como ha transformado pequeños pedacitos de ciudad. A nuestros lectores les queda como tarea echar un ojito al costado izquierdo de la autopista Sur cuando pasen por allí en sentido norte-sur para que admiren este hermoso platanal.
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