Más que tinta: la filosofía de los tatuadores Mike y Lega en Medellín

Más allá de una tinta en la piel, un tatuaje es un sello que alguien decide grabarse con un sentido. Al menos, esa es la filosofía que Mike Vásquez y Andrés Felipe Lega, dos tatuadores profesionales de Bogotá, buscan dejar en sus clientes.

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Hace poco, en una de sus correrías, visitaron Medellín para traer su arte y enseñar a los paisas su estilo de vida: uno que requiere de disciplina, estudio constante y, sobre todo, pasión.

El enfoque de tatuar de Mike es más oriental, el de Lega más minimalista; los une el amor por lo que hacen y las ganas de romper fronteras desde la mística. Mike, de 33 años, ha sido el “sensei” de Lega, de 29, un aprendiz continuo de este mundo artístico. Ambos comparten un estudio de arte en la capital del país: Dojo Gallery (lugar del camino), donde los tatuajes, la pintura, la fotografía y la moda se integran para mostrar a propios y turistas una tienda artística dedicada a la construcción personal desde la mente, el cuerpo y el espíritu.

En octubre regresarán a Medellín con su estudio itinerante: “Es una plaza que vibra por este tipo de arte. Una vez abrimos agenda, la gente responde superbién”, coinciden. Destacan que en la ciudad y, en general el país ya hay más apertura frente a los tatuajes, dejando poco a poco los tabúes, para concebirlos como un estilo personal.

Andrés Felipe Lega

Lega tuvo su primer acercamiento con el mundo del tatuaje en un estudio de Bogotá, al que llegó para hacer actividades administrativas. Empezó a enamorarse, a aprender, a practicar y, con el apoyo de Mike, quien trabajaba allí, logró enfocarse por este camino.

Hace dos años se dedica de tiempo completo a este oficio: “No solo es tatuar, también es saber de marketing, de redes sociales, de fotografía, hay que estudiar sin parar y, por supuesto, aprender a conectar con las personas.

Mike Vásquez

“No es solamente un tatuaje, sino que detrás de este hay una manera de hacerlo, con orden y con estética. Hasta el más mínimo tatuaje necesita tener un norte y una buena ubicación para que se vea bien. Nos interesa mostrarles a las personas de qué manera pueden decorar su cuerpo, pensando en el futuro y conservando un estilo”, cuenta Mike, con más de 9 años de experiencia tatuando.

Él, fundador de Dojo Gallery en Bogotá, está seguro que su oficio, actualmente, da mucho pie a la conversación y al debate, inspirándolo a continuar “este viaje” de transformación desde el arte.

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