Clínica Somer en crisis: ¿cómo afectará la suspensión de servicios a los pacientes?

Una sombra de preocupación recorre el Oriente antioqueño luego de que la Clínica Somer, con sede en Rionegro, anunciara la suspensión de atención médica para los afiliados de la Nueva EPS, debido a una deuda que supera los $ 100.000 millones. La medida tiene sorprendida a la comunidad, a pacientes y autoridades, que temen un colapso en el acceso a servicios de salud esenciales.

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La decisión fue comunicada durante la tarde del pasado jueves, 16 de octubre, cuando la clínica señaló que, tras meses de esfuerzos y negociaciones fallidas, no tenía más opción que cortar servicios para preservar su propia viabilidad institucional.

“El crecimiento sostenido de la deuda, que hoy supera los $ 100.000 millones, hace imposible seguir brindando estos servicios sin poner en riesgo la estabilidad y la permanencia de nuestra institución”, advirtió la entidad en un comunicado.

Aunque admitieron que la deuda es responsabilidad de la EPS intervenida por el Gobierno nacional, la Clínica Somer explicó que durante mucho tiempo continuó prestando servicios “con normalidad”, con el fin de no afectar la atención para los pacientes. Además, afirma que instaló múltiples espacios de diálogo y concertación con la aseguradora, pero dichos escenarios no permitieron llegar a acuerdos que garantizaran el pago de los servicios prestados.

La clínica recordó que hasta ahora ha sido aliada de la Nueva EPS en la atención de tratamientos de alta complejidad: trasplantes de órganos, terapia ECMO, manejo de cáncer, UCI Neonatal, entre otros. “Estas unidades han transformado la vida de miles de personas”, señaló la institución. Pero ahora advierte que continuar prestando esas atenciones sin respaldo financiero pone en riesgo no solo su operación, sino también la atención de miles de pacientes que dependen de ella.

Servicios que se mantendrán y advertencia a la comunidad

A pesar de la medida de suspensión, la Clínica Somer aseguró que mantendrá algunos servicios para pacientes de Rionegro, como la Unidad Primaria en Salud, que incluye consultas prioritarias y atención general, además de mantener la atención en urgencias y los servicios de oftalmología para afiliados de todo el Oriente antioqueño.

En su comunicado, la clínica expresó: “Lamentamos profundamente los efectos que esta medida pueda generar y ofrecemos nuestras disculpas a la comunidad afiliada. Confiamos en que se logren acuerdos que nos permitan seguir cuidando la vida y el bienestar de las personas, propósito que ha guiado siempre nuestro quehacer”.

Reacción esperada y posibles consecuencias

Esta medida genera una gran incertidumbre entre pacientes con tratamientos continuos, enfermedades crónicas o que requieren consulta especializada que afirman sentirse en un limbo: ¿a dónde acudirán ahora? ¿Cuánto tiempo podrá mantenerse esta situación?

Por otro lado, queda una presión sobre las autoridades locales y regionales, quienes deberán intervenir para mediar un acuerdo rápido entre la EPS y la clínica o prestar garantías mínimas para que los servicios críticos no se vean comprometidos.

El panorama para el servicio público de salud en el Oriente antioqueño, ya tensionado por recursos limitados y altos costos operativos, podría agravarse. Mientras tanto, miles de pacientes seguirán en espera de una solución que les devuelva el derecho fundamental a la salud.

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