Vamos por partes con el comentario de Jeimmy Paola Sierra Fandiño. Llegó como parte de nuestro concurso, en el que pedíamos a nuestros seguidores de redes sociales que pensaran en la idea más loca y nos contaran cómo veían el Valle de Aburrá en los próximos 16 años.
Antecedente: ‘Locos de amor por la tierrita’: un concurso para celebrar y soñar despierto
Hasta el 14 de octubre recibimos las propuestas, las cuales fueron analizadas por un equipo de Q’HUBO, conformado por 5 personas de diferentes áreas, que votaron por sus favoritos, escogiendo a los 3 ganadores.
Ellos se llevaron bonos regalo de nuestro aliado, el centro comercial Santafé, por $ 2 millones, $ 1.300.000 y $ 700.000, los cuales los redimieron el 25 de octubre.
“Imagino a Medellín con barrios bautizados como “Dios le pague”, “Chimba”, “Demás que sí” y “Parce”, con el Desfile de Silleteros sobre un río Medellín descontaminado, silletas con motor y silleteros dando la “vuelta, vuelta” en sus tablas de surf eléctricas. Imagino a Medellín con el Pueblito Paisa funcionando como una especie de Airbnb y con alumbrados futuristas de fácil encendido para no solo disfrutarlos en diciembre. También imagino a Atlético Nacional y al DIM jugando en el primer estadio movible del país y al Metro integrando a su sistema de transporte. Trajes con propulsores para volar, imagino dispensadores de chicharrón, de cremitas de mango biche y solteritas en cada esquina”.
Y Jeimmy se llevó los honores y fue la ganadora, con ideas como el cambio de nombre a los barrios. Una idea que, llevándola a la realidad, es compleja, pero no imposible de hacer, pues cualquier alcalde tiene la facultad de hacer los ajustes en la división política de su municipio. Es más, de la mano con la Secretaría de Planeación, para poner el ejemplo de Medellín, el hoy alcalde Federico Gutiérrez tiene facultades, si es del caso por supuesto, para agregar un barrio más al distrito.
Silleteros en río descontaminado
Por un lado, la idea de descontaminar el río es un tema bastante difícil, sin embargo, con las dos plantas de tratamiento que tiene Empresas Públicas de Medellín, en Envigado y en Bello, se evita que al afluente lleguen alrededor de 150 toneladas de material orgánico.
Ahora bien, pensar en la navegabilidad del río sería algo poco factible, aunque la idea no es nueva. En un informe publicado por el El Colombiano en 2020, cuando se puso sobre la mesa el tema de las llamadas ‘metrolanchas’, el experto en náutica Ramiro Londoño, precisó que para una embarcación pequeña, una lancha a motor con capacidad para transportar personas, pueda navegar con tranquilidad se necesita que las aguas tengan un nivel de al menos un metro, pero el río Medellín, en tiempo seco, no supera ni los 50 centímetros de profundidad.
¿El estadio qué?
Difícil pensar que sea movible, pero sí avanza una remodelación del escenario deportivo, aunque todo está temporalmente suspendido, pues con la Agencia de Alianzas Público Privadas y la Alcaldía se avanza en mesas de diálogos con los venteros del sector, para definir algunos puntos que cuestionaban del proyecto.
A emprender se dijo
Y bueno, antoja bastante el hecho de contar con máquinas dispensadoras de chicharrón, cremitas de mango biche y solteritas, ideas que son del resorte de emprendedores que se pongan las pilas a cranear la idea, contando con todos los permisos del caso, para poder disfrutar estas delicias entre tantas locuras que puedan existir de aquí a 16 años en la tierrita.
Ella es la ganadora
Aunque nació en Bogotá, Jeimmy Paola Sierra Fandiño ha sido una enamorada de Medellín desde hace 12 años que lleva viviendo en la tierrita.
Es periodista y colabora con la agencia EFE y con el periódico AS. Y dice que se enamoró de Medellín y su área metropolitana por su gente, “por lo abiertos que son, por su verde y las oportunidades que me ha dado a mí en todo sentido”.
Obviamente, quedó encantada con su premio. ¡Felicitaciones!