Por violar el Decreto 457 de cuarentena obligatoria, la Policía les elaboró comparendos sancionatorios a 15 personas que participaron, en Bello, en el sepelio del jefe de la banda Niquía Camacol, Édgar Pérez Hernández, alias El Oso, muerto en la madrugada del lunes en un hospital de Ibagué, víctima de un infarto.
Así lo reveló el comandante de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá, el brigadier general Eliécer Camacho, quien expresó que muchas de estas personas que estuvieron en el sepelio lo hicieron en compañía de niños y personas de la tercera edad que deberían estar confinadas en sus casas en cumplimiento del Decreto para prevenir que la pandemia del coronavirus se siga expandiendo en nuestro medio.
Agregó que también están adelantando investigaciones para saber quiénes patrocinaron este acompañamiento no permitido, porque violó las disposiciones del Decreto 457.
Recordó que las familias sí pueden asistir a sepelios, pero en forma discreta y con la inmediatez necesaria, pero en este caso salieron de las exequias hacia el cementerio un número considerable de personas y por eso tuvo que intervenir la Policía, después de lo cual todo el mundo regresó a sus casas.
Hacia las 3:00 p.m. de este lunes, el cortejo fúnebre con los despojos mortales de alias El Oso, quien falleció cuando era trasladado de la cárcel de Máxima Seguridad de Itagüí a la de Picaleña, en Ibagué, descendió desde los Altos de Niquía, donde se realizaron las exequias, hasta el cementerio San Andrés, ubicado en alrededores del barrio El Mirador de Bello, en medio de ruidos de pitos de motos, aplausos y numerosos disparos de armas de corto y largo alcance, lo que causó temor en muchos ciudadanos del norte de esa población.
La sanción por violar la cuarentena es de $ 936.323