No todos pararon, en esta liga siguen jugando con normalidad

Los únicos partidos oficiales de fútbol que se disputaron el pasado fin de semana en Europa fueron los de la segunda jornada de la liga […]

Fotos: AFP-EFE

Los únicos partidos oficiales de fútbol que se disputaron el pasado fin de semana en Europa fueron los de la segunda jornada de la liga bielorrusa.
Contra todos, el presidente de ese país, Aleksandr Lukashenko (que está en el cargo desde 1994), se resiste al confinamiento obligatorio y decretó que los nueve millones y medio de habitantes deben seguir viviendo con normalidad.
El controvertido político, al que a lo largo de los años la oposición ha considerado como un dictador, incluso ha afirmado que el coronavirus creó un clima de “psicosis” y que el “pánico” es más perjudicial que la misma enfermedad. Tan particular es que sugirió que el trabajo, el vodka o un sauna son los remedios milagrosos.

“Hemos tomado todas las medidas recomendadas por el Ministerio de Deportes. Todos los que están en contacto con los hinchas llevan guantes”.

Alexandre Aleinik, portavoz de la Federación Bielorrusa de Fútbol.


Con estas directrices, en ese país la gran mayoría de establecimientos y actividades sociales siguen corriendo sin problemas. Disponibles están los bares, restaurantes y tiendas. 94 casos de Covid-19 sin ninguna pérdida humana siguen siendo insuficientes para que el mandatario corte todo como sí pasa casi que en el resto del planeta.
Y tratándose de un amante a los deportes (sobre todo al hockey sobre hielo), las competencias en Bielorrusia se mantienen a tope y con puertas abiertas para los hinchas. 16 cuadros se enfrentaron entre el pasado viernes y el domingo. Poco importan los resultados, bastaría con decir que el FK Minsk de la capital comparte la punta con el Energetyk-BGU, el Isloch y el Torpedo, todos con 6 puntos.

El sábado se disputó el clásico de la capital entre el FK Minsk, un equipo fundado apenas en el año 2006, y el Dínamo Minsk, el tradicional de la ciudad, de 92 años de existencia.
Unos 1500 aficionados acudieron al pequeño estadio y lo único diferente fue que en el ingreso les hicieron algunos controles con cámaras térmicas que verifican una posible fiebre. De resto, todos juntos y los visitantes de turno, hasta sin camisetas.
“Hemos tomado todas las medidas recomendadas por el Ministerio de Deportes. Todos los que están en contacto con los hinchas llevan guantes”, explicó el portavoz de la Federación Bielorrusa de Fútbol, Alexandre Aleinik.
Parar todavía no es una opción y desde ya preparan la tercera jornada que está programada para el próximo fin de semana.

El presidente Aleksandr Lukashenko participó el fin de semana en un partido de hockey sobre hielo. “Este es el mejor remedio antivirus… Es mejor morir de pie que vivir de rodillas. No hay virus aquí. ¿Viste a alguno de ellos volando? Yo tampoco los veo. Esto es un refrigerador”, le dijo a la prensa tras el juego.