El sol brilla diferente en Girardota

Para Eduardo Almeida, este municipio es de los mejores que ha conocido, tanto así que se quedó a vivir en Girardota, la tierra del Señor caído.

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Eduardo ya es pensionado, fue locutor de Caracol Radio hace 40 años, oriundo de Málaga, Santander, y hace 8 años es habitante de este municipio del norte.

Con luz amarilla

Llegamos al parque principal de Girardota, una región que fue habitada por los indígenas Nutabes y Yamesíes, dedicados especialmente a la agricultura.

Allí, una luz amarilla, agradable y cálida, irradiaba todo el lugar. El sol brilla diferente en Girardota. Allí se encontraba Eduardo con su amigo Jorge, otro residente del municipio. Ellos charlaban en mitad de la plaza, como queriendo arreglar el mundo, pero les preguntamos sobre este sector... y ahí se despacharon.

Trapiches y trucheras

Entre los extensos paisajes de Girardota se encuentran los senderos ecológicos, los trapiches y trucheras que marcan un camino turístico de gran acogida en la zona. Por ejemplo, la truchera Piedras lisas, un lugar rodeado de frondosos árboles donde se puede disfrutar de la pesca.

También, hay aproximadamente 30 trapiches paneleros, ubicados en las diferentes veredas, donde se produce la panela en sus diferentes presentaciones: el blanqueado, el conejo y el subido.

Y su principal atractivo con carácter religioso: El Señor caído, una imagen traída desde Quito, Ecuador, por el presbítero Manuel Londoño y Molina. Representa a Cristo atado a la columna y desfallecido luego de recibir los fuertes golpes de los flagelos.

“Acá viene gente de todas partes del mundo para visitar al Señor caído y a los paisajes que hay alrededor de Girardota. Eso le da un toque especial al municipio”, comenta el locutor.

Así es la vida en Girardota, rodeados de gente orgullosa de la tierra donde viven. Eso sí, no se vaya sin probar el chicharrón... recomendado.