La América tiene el color de las frutas
La comuna 12 hace notorio su desarrollo y transformación.
En el metaverso, Nino Bravo cantaría: “Cuando Dios hizo a Belén, pensó en La América”. Y sí, tanto color y clima cálido tuvo que ser inspirado en esos paraísos, hoy convertidos en barrios.
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La comuna 12 de Medellín es un paso estratégico y un sector que recuerda su historia con nostalgia.
Verdadera transformación
Cuando se habla de esta comuna se nos vienen a la mente los desaparecidos teatros América y Odeón 80; también la avenida San Juan, la iglesia principal (parroquia Nuestra Señora de los Dolores de La América) y la plaza de mercado. Allí se hace notoria una transformación en infraestructura, pero no de esencia.
Debajo del reciente intercambio de San Juan con la 80 se encuentra Alexánder Alvis, vendedor de frutas y fan de este barrio. “Me encanta el sitio porque la gente que pasa en sus carros y a pie son muy amables y compran la frutica”.
La carreta de Alexánder es colorida, tiene gran variedad de frutas y su don de gente es característico. “Esta ha sido la fuente de ingresos en la familia y hoy en día estamos ubicados en un muy buen sector de la ciudad”.
Todo un salpicón
Al lado de la iglesia de La América está Jenni Blandón, famosa por sus deliciosos salpicones, ya una tradición familiar desde hace 30 años. “Lo más lindo de por acá es que hay gente muy acogedora y servicial. De hecho hay personas de comunas vecinas que vienen a comprar salpicón y a conversar”, dice Jenni.
Y estas conexiones se dan gracias a una buena movilidad y por ser un punto estratégico. “La gente que va para la comuna 13 pasa por aquí, entonces se da cuenta de la magia que tiene el barrio”, comenta Patricia Jaramillo, una de las vecinas de La América.
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Así como Patricia, varios de sus residentes recuerdan las casas de tapia, las mismas que ya existían en los años 1.600... sí, cuando el tirano mandó, y cuando La América era conocida como La Granja. Qué bueno es ir a la comuna 12, comer salpicón y recordar viejos tiempos.