Movimientos en masa dejan 39 muertos en Antioquia: ojo a las alertas
Las comunidades más vulnerables siguen siendo las más afectadas por la temporada de lluvias.
Antioquia está viviendo un año muy duro por cuenta de las lluvias. Los movimientos en masa se han convertido en la tragedia más repetida en el departamento, y lo peor es que ya han dejado 39 personas fallecidas en lo que va de 2025, según el reporte más reciente del Dagran.
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El caso reciente que más tocó a los antioqueños ocurrió hace pocos días en Tarazá, donde un niño de apenas 3 años murió luego de que un derrumbe cayera sobre su casa. Ese dolor se suma al de otras familias que han perdido seres queridos en situaciones similares en diferentes subregiones del departamento.
Antecedente: Deslizamiento en Tarazá: un niño de 3 años murió mientras dormía
Y es que el panorama preocupa: este año ya se han registrado 292 movimientos en masa, especialmente en el Oriente, Suroeste, Occidente y el Valle de Aburrá. Muchos de estos derrumbes han sido en zonas donde viven familias vulnerables, allí las laderas son inestables y cualquier lluvia fuerte puede convertirse en una emergencia.
Frente a este aumento, las autoridades insisten en que la prevención puede salvar vidas. Recomiendan a las comunidades estar muy alertas si aparecen grietas en paredes o suelos, árboles inclinados, ruidos extraños en las laderas o caída de rocas. Ante cualquier señal, lo más importante es reportar y salir a un punto seguro.
También recuerdan que prácticas como botar aguas en las pendientes, construir en zonas prohibidas o intervenir las laderas sin permiso aumentan el riesgo de que el terreno se venga abajo.
Aunque el Dagran adelanta intervenciones y obras de mitigación, como estabilización de taludes, siembra de árboles y perfilamiento de zonas en riesgo, lo cierto es que la temporada de lluvias sigue fuerte y el suelo está saturado. Por eso piden no confiarse y reforzar la vigilancia en barrios, veredas y montañas.
Las autoridades aseguran que seguirán monitoreando las zonas más críticas, pero el mensaje para la gente es claro: la prevención también está en casa. Cada alerta que se reporte a tiempo puede evitar una tragedia más en un año donde los deslizamientos ya han cobrado demasiadas vidas.
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