Freddy, el venezolano que cumple sus sueños y proyectos de vida en Medellín
No importaron las dificultades económicas ni su discapacidad física. Freddy Rivas encontró en Medallo una ciudad para demostrar su talento. Conozca su historia.
Durante varios años estuvo trabajando en las calles de manera informal. Aún así, la mentalidad de Freddy Rivas Bastidas estaba enfocada en tener un mejor futuro, ya fuera en su país o en otro lugar del mundo. Cúcuta y Medellín fueron las ciudades que le abrieron las puertas.
Lea también: ¡Ojo con los impostores! Commerk y Ron Viejo de Caldas alertan sobre falsas ofertas de trabajo
Una nueva oportunidad
Freddy nació en Caracas, pero se crió en Carabobo, Venezuela. Después de la crisis en ese país, quiso migrar y buscar otros rumbos que le dieran una nueva oportunidad. Uno de los mayores retos que tuvo que enfrentar fue la pérdida de su ojo derecho, debido a un objeto extraño que se le incrustó allí. Conseguir trabajo era más complejo.
“Viví 5 años en Cúcuta. Continuaba como vendedor informal hasta que una amiga colombiana me tendió la mano y me dijo que me viniera a vivir con ella a Medellín, eso fue hace un año”, expresa Freddy.
Y así fue, este venezolano llegó a la capital paisa para reiniciar su vida.
Su gran impulso
Esas ganas de seguir adelante, estudiar lo que en realidad le gusta y conseguir un trabajo digno hizo que buscara ese gran impulso. La Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y el Centro Intégrate fueron los encargados de darle esa guía que necesitaba.
El Centro Intégrate es una iniciativa gubernamental, acompañada por el Proyecto Integra de USAID, que conecta a la población migrante y retornada con toda la oferta nacional en temas de integración y desarrollo económico. Estos espacios están ubicados en las diferentes ciudades del país. En Medellín puede encontrarlo en la calle 59 #45-53, barrio La Candelaria.
Además, Intégrate y Usaid lo han acompañado para su acceso a la educación y participación en talleres relacionados con gestión humana y emprendimiento.
Le cambió la vida
Desde junio, Freddy se inscribió muy juicioso en el Sena para el curso de auxiliar de alimentos y limpieza, un proceso que le permitió conseguir un trabajo donde se siente feliz. “Hoy hago mis prácticas en el hotel Casa Laureles, un lugar con muy buen ambiente laboral y con personas maravillosas. Eso también se dio gracias a Intégrate, Usaid y a la instructora del Sena, María del Carmen Penagos, que me han formado para continuar en este camino”.
El sueño de este venezolano de 44 años es seguir estudiando en lo que más le gusta. “Me encanta todo lo que esté relacionado con gestión social, cocina, talento humano y el ayudar a otras personas. Todo lo que esté relacionado con la gente”.
Freddy desea continuar radicado en Medellín, una ciudad a la que él describe como “emprendedora y llena de oportunidades para la población migrante”.